Tarde o temprano, llegará un día en el que necesites ponerle precio a tu pintura, bien porque algún conocido, familiar o amigo te la quiera comprar, bien porque te decides a participar en una exposición colectiva, o quieres lanzarte a exponer individualmente.

El tema es que cuando se es aficionado y no un pintor profesional, se convierte en toda una aventura ponerle precio a nuestra pintura.

¡Uf!… eso es muy caro… ¡pero es que si lo pongo más barato la gente va a pensar que es muy malo!. Pero tampoco voy a cobrar menos que “fulanica” que cobra tantos euros y lo hace peor que yo.

O te planteas estas dudas o terminarás regalando tu cuadro porque no te atreves a pasarte o quedarte corto poniéndole un precio.

En este vídeo que me he grabado, os cuento lo que pienso sobre este tema, y hago algunas reflexiones que os darán que pensar. Espero que os guste. Un fuerte abrazo y hasta el próximo artículo o vídeo.