La proporción de agua y pigmento no solo es uno de los principales problemas con el que se encuentra el aficionado a la acuarela, sino todo un dilema aun conociendo la técnica necesaria para llegar a dominarla. Unas veces por exceso, otras por defecto, el caso es que os (nos) resulta casi imposible conseguir lo que queremos y donde queremos por no encontrar o no saber dominar la proporción de agua y de pigmento que debemos utilizar cuando pintamos nuestras acuarelas.
Si has observado bien, he puesto un (nos) en el apartado anterior porque quiero dejar bien claro desde el inicio de este artículo que yo aún no he conseguido hacer siempre bien lo que me propongo cuando hago el estudio previo de mis acuarelas. Y es que este tema de la proporción de agua y pigmento es tan sumamente difícil dominar que en la mayoría de los casos es la principal causa de abandono de proyectos que terminan en nuestra papelera.
Y lo peor de todo esto es que por mucho que os enseñen a hacerlo bien, por mucho que os digan cómo se hace o cómo hay que hacerlo, sólo vosotros, a base de aciertos y errores, a base de pruebas y más pruebas, de pintar más y más acuarelas, conseguiréis, como aquel que decía, “cogerle el truquillo” al asunto. No le des más vueltas. Esto es así.
¿Entonces para qué publicas este artículo?, te estarás preguntando. Pues precisamente para que tu mismo lo compruebes cuando trates de seguir los consejos que después te iré dando, y veas que aún conociendo la técnica sólo tu práctica constante te permitirá controlar la situación.
Pero adentrémonos en el tema… A ver…
Todos sabemos que…
- En acuarela a más cantidad de agua y menos pigmento los “tonos” en el papel se verán más claros y la pintura se hará más transparente. ¡Vale!
- Al contrario, a menos agua y más pigmento, los “tonos” serán más oscuros y la pintura más opaca.
Eso ya lo sabemos… El problema es que existen infinitas combinaciones de agua y pigmento y por ende infinitas combinaciones que nos darán infinitos tonos e infinitos grados de opacidad. Pero, ¿cómo consigo la combinación perfecta para lo que quiero que quede en mi acuarela en cada momento?… ¡Esa es la cuestión!
Imagina que a alguien se le ocurriese la brillante idea de publicar unas tablas con “pesos y medidas exactas” de agua y pigmento para obtener determinado tono o grado de transparencia con cada uno de los colores que los distintos fabricantes tienen en sus respectivas cartas. Por ejemplo…
- Color Alizarin Crimson, número de serie 132, de la casa “…..”.
- Grado de transparencia medio
- 5 migramos de pigmento con 15 mililitros de agua
¿Te imaginas?… ¡qué locura…! coge con una espátula y pesa exactamente 5 miligramos de pigmento y luego con un cuenta gotas vete añadiéndole 15 mililitros de agua. SERÍA, O ES, SIMPLEMENTE IMPOSIBLE.
Conseguir la combinación perfecta entre agua y pigmento para lo que en concreto queremos conseguir para nuestra acuarela o para una zona o efecto que hemos imaginado, solo lo podemos conseguir, en defecto de lo anterior, a base de cálculo visual en nuestra paleta añadiendo con nuestro pincel uno u otro elemento hasta que entendamos que ya está la mezcla correcta y que creemos nos va a dar el tono y la transparencia que necesitamos.
Así es como de seguro habrás imaginado que debe hacerse pero precisamente eso es lo que te cuesta trabajo conseguir. ¿Y A QUIEN NO?
Ahora ponte en la piel de un maestro que quiere enseñar a sus alumnos cómo lo hace él… ¿que cantidades utiliza de agua y de pigmento en cada momento? Imagínatelo dando una master class ante los alumnos…
“Ahora para esta zona pongo, esta cantidad de pigmento y le añado esta otra de agua”… No veas…. todos los alumnos con los ojos como semáforos tratando de calcular una cantidad y otra y luego igualmente imaginando la forma de apuntarlo para recordarlo después…
Ya te digo yo que es imposible enseñar esto de la forma que tal vez pienses que deberíamos enseñarlo, pero a su vez, también te digo, que de nada serviría para el alumno, pues en pintura todo lo que sea aprender algo de memoria es perjudicial para el dominio de cualquiera de sus técnicas.
Personalmente, en mis clases, suelo referirme a este tema de forma bastante genérica por lo hasta ahora comentado, es decir, enseño a mis alumnos cómo calculo yo la debida proporción para unos determinados supuestos y tras ello les doy unos cuantos consejos para que el manejo del pigmento y del agua con el pincel les resulte más fácil de controlar. Y eso es precisamente lo que vengo a proponerte en este artículo.
Agua y pigmento: Distintas proporciones en función de la fase que estoy trabajando.
Vengo observando desde hace bastante tiempo que de las miles de combinaciones posibles de agua y pigmento, en realidad la mayoría de acuarelas se pueden resolver con cuatro proporciones (combinaciones) bien distintas.
Una para resolver zonas claras (cielos luminosos, luces claras, etc). Otra para resolver luces algo más intensas. Otra para fijar sombras, y una última para detalles finales pintando seco sobre seco.
Como quiera que me es imposible describirte con palabras qué cantidad de agua o pigmento utilizo en cada una de estas posibles combinaciones he pensado que quizás con unos vídeos lo entiendas mejor.
Pero antes de esos vídeos debes saber cómo calculo la mezcla en cada caso para que cuando los veas puedas aprender por ti mismo hasta donde hay que llegar.
El cálculo, como no puede ser de otra forma LO HAGO VISUALMENTE mientras voy haciendo la mezcla de pigmento y agua FIJÁNDOME EN EL BLANCO DE LA PALETA CON RESPECTO A LA OPACIDAD QUE VOY OBTENIENDO.
¿Recuerdas el artículo donde os aconsejaba las paletas blancas y esmaltadas para trabajar con la acuarela?. Este era y es uno de los motivos principales para aquella recomendación. Con las de plástico (al menos las antiguas) es más difícil controlar.
Pues venga… veamos estos cuatro vídeos para cada caso en concreto.
Para las zonas claras muy luminosas
Normalmente esta proporción de agua y pigmento es muy útil cuando queremos conseguir un máximo grado de luminosidad y transparencia.
Observa que primero cargo bien el pincel (un petit-Gris, recomendable) de agua que llevo a la paleta sin pigmento alguno, para a continuación voy cogiendo con la punta del pincel pigmento poco a poco y lo voy añadiendo al agua observando la transparencia que voy consiguiendo con el blanco de la paleta pero teniendo en cuenta que luego cuando seque en el papel se verá más claro y transparente que lo estoy viendo ahora.
A ESTE TIPO DE MIXTURA YO LA LLAMO TIPO TÉ
Para conseguir unas luces con fuerza y bastante transparencia.
A veces esta proporción de agua y pigmento se utiliza también para modificar el color con un lavado posterior (normalmente frío sobre cálido) sin alterar la transparencia de ambos tonos. Pero su utilidad fundamental es para conseguir fijar las luces en un primer lavado con bastante fuerza cromática o intensidad.
Como verás, en este caso, procuro antes de nada eliminar el exceso de agua en el pincel en el mismo borde del recipiente yéndome a coger el pigmento y depositándolo en la paleta. Luego voy comprobando la transparencia del color sobre el fondo blanco y añado, si acaso, algo más de agua o pigmento, hasta que veo que a penas consigo ver el blanco de forma nítida moviendo con el pincel la mezcla.
A ESTE TIPO DE MIXTURA YO LA LLAMO TIPO LECHE
Para las sombras
Con el pincel húmero (que no mojado) y aprovechando la fluidez que ya tiene el pigmento (luego te explico como le doy esa fluidez), voy cogiendo y poniendo en la paleta el pigmento (normalmente será la mezcla de varios colores) y a la vez que voy haciendo la mezcla voy comprobando cómo ya me cuesta más ver el fondo blanco y cómo nada más pasar el pincel el pigmento se concentra más rápidamente haciéndose casi de inmediato totalmente opaco con respecto al fondo.
A ESTE TIPO DE MIXTURA YO LA LLAMO TIPO NATA
Para el seco sobre seco
Normalmente esta mezcla o esta proporción de agua y pigmento se usa para toques finales de dibujo como ya sabrás.
Si observas en el vídeo, lo primero que hago es asegurarme que el pincel no tiene ningún exceso de agua. Para ello, después de quitar el sobrante en el mismo borde del recipiente, lo paso por la esponja y lo dejo solo húmedo. Luego, como hice antes voy cogiendo pigmento con algo más de decisión hasta que puedo trazar líneas bien definidas en la misma paleta sin que se produzcan desplazamientos de color.
A ESTE TIPO DE MIXTURA YO LA LLAMO TIPO MANTEQUILLA
Muchas veces, suelo recurrir a otra forma de explicar estas cuatro mezclas a mis alumnos comparándolas con otros líquidos bien conocidos. Té, leche, nata y mantequilla y por el mismo orden que hemos puesto los vídeos como habrás podido leer.
Ahora, una vez que has visto los vídeos y cómo lo hago yo, me gustaría dejar una cosa bien clara. Esto que acabas de ver es sólo cuatro de las miles de combinaciones posibles que se pueden conseguir como ya apunté anteriormente. Lo importante para mi es que entiendas que todo consiste en observar en la paleta la transparencia del color y prever el posible resultado, y eso, ya sabes, solo con la práctica te irás haciendo con ello, con la habilidad de saber que está “a punto” para lo que quieres hacer en cada momento.
Por último quisiera darte algunos consejos generales para dominar lo mejor posible el pincel, el agua y el pigmento y de esa forma te sea más fácil hacer las mezclas que acabamos de ver
- Antes de ponerte a pintar procura humedecer bien tus colores. Yo lo hago con el pulverizador dos veces en diez minutos antes. El caso es que no tengas que humedecer el color (o pastilla) con el pincel para coger el pigmento.
- Ten en cuenta la transparencia natural de cada color. Es muy importante conocer a fondo las propiedades de los colores con los que trabajas.
- En acuarela se suele pecar por exceso o por defecto de agua. Un exceso de agua nos pedirá más capas, más pinceladas, más lavados que de seguro ensuciarán nuestro trabajo. Un defecto de agua hará que nuestra acuarela parezca un Guache y no una acuarela. TODO EN SU JUSTO TÉRMINO, ni mucha ni poca agua.
Así que ya sabes… El dominio de estas proporciones sólo lo vas a conseguir a base de pruebas y más pruebas. Yo me he limitado a orientarte un poco sobre el tema, el resto depende de ti.
Un abrazo y como siempre, si te gusto comparte o deja tu comentario. Hasta el próximo artículo.
Hangel Montero

Gracias Hangel!!
La acuarela es tan compleja que cualquier aporte enriquece y ayuda.
Estupendo y utilísimo artículo, como todos. Enhorabuena Hangel!!
Después de leer la última entrada (“El control del agua en la acuarela: que alguien me lo explique”), me surgen algunas dudas, que quiero compartir en este blog. Aclaro que soy un absoluto principiante, pero me apasiona la acuarela y admiro el arte de Joseph Zbukvic. Así que perdonadme si digo alguna barbaridad.
Tras leer el libro de J. Zbukvic y ver varios videos suyos en Youtube donde explica su forma de pintar y algunos trucos veo que:
– De los cuatro estados del papel (wet, moist, damp y dry) y los cinco posibles concentraciones de pigmento en agua (tea, coffee, milk, cream y butter) hay “combinaciones” que, aparentemente, él nunca emplea: tea on moist (té sobre húmedo), tea on wet (té sobre mojado), cream on damp (nata sobre semi-seco) y butter on moist (mantequilla sobre húmedo).
– Me da la impresión de que él nunca humedece previamente el papel en blanco antes de pintar; en otras palabras, el “moja”el papel por primera vez (la primera aguada) aplicando la mixtura “tea on dry” con lo que, obviamente, el papel pasa inmediatamente al estado “wet” (mojado) y, a partir de aquí, a medida que el papel va secándose y pasando por los estados intermedios va aplicando el resto de las mixturas, con una concentración creciente de pigmento. Si esto es cierto, indica que su dominio de la técnica es tal que no necesita humedecer el papel previamente con agua limpia para lograr determinados efectos que otros sólo conseguimos mojando previamente el papel. A lo más, cuando desea prolongar el estado de humedad del papel, utiliza el pulverizador.
En fin Hangel, Crees que esto es así?
Saludos,
Jesús
Como siempre muy buen artículo. Creo que el tema de la densidad de la pintura debe ir junto con el tema de la humedad del papel, y en mi experiencia si me permiten, me gustaría aportar lo siguiente: Si bien como dice Hangel hay que conocer los tipos de pintura que se van a usar y también en que “momento” se encuentra el papel, el proceso debe hacerse sin pensar en ello, es decir hay que practicarlo incontables veces en pequeños ejercicios hasta dominarlo de tal forma que cuando lo ejecutemos, no estemos pensando en ello, es decir ser “conscientes” pero no pensar… del mismo modo en que somos conscientes de que respiramos, pero no pensamos en nuestra respiración… El ejercicio de pintar acuarela es maravilloso porque implica la aceptación de los “imponderables”, es decir cosas que “suceden” sin que lo hayamos planeado y que generalmente son muy beneficiosos para lo que estamos pintando… hay que considerar que estamos trabajando con variables que no manejamos o que son casi imposibles de manejar, la humedad del papel, la liquidez de un fluido colorido al que queremos distribuir con alguna forma específica! el tipo de papel que estamos utilizando (casi todos los papeles son diferentes y reaccionan de forma diferente)… ademas afectados por condiciones como la humedad del ambiente, la temperatura, etc… es decir… es muuuuy complicado… por lo tanto, en mi experiencia, lo mejor siempre fue, como dice Hangel, saber todo lo posible sobre las diferentes tintas a aplicar, la humedad del papel etc. etc. etc…. y luego largarse a disfrutar de la aventura, siendo consientes y disfrutando de la maravilla de pintar! que de eso se trata al fin, no?… y al cabo de un tiempo veréis como las cosas comienzan a salir solas… pintar pintar y pintar y luego observar lo que hemos hecho y recién allí sacar algunas conclusiones..
Unas explicaciones magnificas, otra cosa es ponerse y conseguirlo, la acuarela es una técnica muy bonita y practica pero es para genios de la paciencia, yo aunque me pongo y no consigo resultados, lo seguiré intentando, el consejo de humedecer los colores con un pulverizador es magnifico.
Gracias HANGEL MONTERO
Muchas gracias Jose Luis. Un cordial saludo
Excelente! Bastante útil. Gracias!
Muchas gracias Chris.
excelente articulo maestro, siempre he pensado que la acuarela es bastante dificil para mi, pero me encanta y por eso no dejo de insistir en hacer trabajos con ella, muchas gracias por tan buenos consejos, ya los voy a poner en practica, saludos desde venezuela…
Muchas gracias de nuevo Hangel, como siempre muy bien explicado.Un saludo
Magnifico artículo Hangel, como siempre. Por otro lado creo que si hicieras un artículo sobre como afecta la humedad al papel seria de agradecer y seria como cerrar el circulo a tus posts.En mi caso es mas importante el conocer como actua el papel en funcion del las aguadas, humedo sobre humedo, humedo sobre seco que volverse loco con el control del agua de la paleta porque esta depende de muchos factore como el tipo de pincel,(sintetico, natural) temperatura del ambiente donde se pinta( sobre todo en verano) tranparencia/opacidad del picmento, capacidad de tinción, ect… En mi humilde opinion conocer el papel y controlar los bordes es lo que define a una buena o mala acuarela porque delimitan los planos, creando profundidad o acercando la imagen. Si a eso le sumamos el conocimiento del color entonces el resultado será óptimo. Un saludo
Mi estimado Manuel. Como comenté a Eduardo, primero quise enseñar cómo calculo yo la proporción de agua y pigmento porque creo que es por ahí por donde se debe empezar. En otros artículos espero poder tocar el tema que propones pero ya de antemano te digo que es un tema mucho más profundo y complicado que lo que imaginas porque si hay muchos tipos de marcas de papel y de muchas calidades diferentes sus respectivos comportamientos son igualmente variados y distintos. Pero todo se andará. Gracias de nuevo por comentar amigo.
Es verdad, es crucial para una dominar la acuarela comprender tanto el grado de humedad de el papel, como la densidad de la mezcla de agua y pigmento. El mejor y más práctico ejemplo que he visto para comprender este tema es “EL RELOJ DE LA ACUARELA” del artista australiano Joseph Zbukvic, en el que explica con 5 grados de densidades (como TE, como CAFÉ, como LECHE, como CREMA y como MANTECA) y cuatro de humedad (SECO, HÚMEDO MUY HUMEDO Y MOJADO), como dominar la oscuridad de la pintura y controlar las formas de la mancha. Excelente blog Hangel, felicitaciones!
Estupendo aporte Eduardo. Tengo ese libro desde el 2006 y la verdad es que algo me aclaró el tema, pero ya sabes, una cosa es la teoría y otra muy diferente la práctica. Quiero decir que no por mucho leerlo una y mil veces sabía (cuando me ponía a hacer alguna acuarela) en qué momento exacto de humedad debía utilizar un tipo u otro de condensación de pigmento para conseguir un efecto determinado pues si antes no había planeado lo que quería hacer, puestos a pintar, ya todo se convertía en un auténtico caos de intenciones y consecuentes rectificaciones. El el artículo solo quise enseñar cómo calculo yo la proporción de agua y pigmento porque creo que es por ahí por donde se debe empezar. En otros artículos iré comentando el comportamiento de estas cuatro posibles combinaciones con el papel en sus diferentes estados de humedad. Un abrazo y gracias por comentar