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En este ejercicio vamos a trabajar la técnica impresionista para capturar la atmósfera y los reflejos de este hermoso paisaje lacustre al atardecer. Lo más importante será centrarnos en la soltura de la pincelada y el manejo del color para transmitir la luz y la emoción del momento.

1. Colores principales: Observad cómo los tonos cálidos del cielo (amarillos y naranjas) se reflejan en el agua, mezclándose con los tonos fríos de los verdes y azules. Trabajaremos estas transiciones con pinceladas rápidas y ligeras, evitando detalles innecesarios.
2. Reflejos en el agua: Prestaremos especial atención a los reflejos. Para lograrlos, utilizaremos pinceladas horizontales y mezclas sutiles, dejando que los colores se entrelacen sin perder la espontaneidad.
3. Árboles y vegetación: La vegetación circundante y las sombras serán sugeridas con pinceladas sueltas y bloques de color. No intentaremos pintar cada hoja, sino sugerir las formas generales.
4. La luz: La clave será captar la luminosidad. Usaremos colores puros y mezclas directas en la paleta para intensificar la sensación de luz.

El objetivo principal de este ejercicio no es el realismo, sino la capacidad de sugerir, jugar con los colores y transmitir la atmósfera del lugar. ¡Recordad, la soltura es clave! No tengáis miedo de dejar pinceladas visibles, ya que estas aportan vida y movimiento a la obra.