¿No vas a exponer?… ¿A quien de vosotros no os han preguntado en más de una ocasión, vuestros amigos, familiares o conocidos si expones o vais a exponer algún día vuestros trabajos?.

Os traigo hoy este tema a sugerencia de mi alumno y amigo Manuel Puente de Sevilla que desde un primer momento vi muy interesante precisamente porque a todos, y digo bien, a todos, nos llegó ese día en que tuvimos que dar el paso que todo artista se plantea como necesario, imprescindible diría yo, pero a la vez sumamente complicado y arriesgado.

 Textualmente me decía Manuel…

Hola Hangel

Me gustaría que hablaras de los primeros pasos que hay que dar cuando un aficionado a la pintura se siente con ganas de realizar su primera exposición pública de carácter exclusivamente cultural (en mi caso, solamente por el hecho de enseñar lo que está haciendo a amigos y conocidos es mi mayor satisfacción personal).

Que indicios son los necesarios para dar ese paso?, Cuales son los pros y contras de cara a mi futuro aprendizaje y si un amateur los puede prever o por el contrario necesita de un experto para que le aconseje en esa primera vez.

Esta iniciativa me motiva mucho pero realmente no se si debo esperar, si el estres de esa primera exposición puede ser contraproducente para mi aprendizaje o por el contrario este reto es necesario salvarlo para coger más confianza y evolucionar más rápidamente en mi pintura.

Saludos
Manuel

He subrayado a propósito las cuestiones que plantea Manuel para centrar, en cierta medida, mis opiniones al respecto en este artículo.

A ver… vamos a ir por pasos.

¿Exponer o no exponer?

Sin duda, el aficionado debe plantearse, sí o sí, que más tarde o más temprano, si se toma en serio esto de la pintura, tendrá o deberá exponer su obra.

– ¿Exponer yo?, ¿qué dices?… Yo no…

– Pero… ¿porqué no?… les digo a los alumnos que me dicen esto cuando les planteo la idea.

– Pues porque… ¡me da vergüenza!… o, ¡Si yo no sé pintar!… o, ¡Yo solo pinto para mi!… o, ¡Es que alguien me va a comprar algo!… o, ¡Lo que hago no tiene calidad para ser expuesto!… o,….

El caso es que siempre hay una excusa para no querer dar ese primer paso de exponer en público lo que hacemos. Pero en el fondo, a todos os gustaría hacerlo, ¿verdad?… Pues claro que sí.

Al igual que nadie escribe para sí mismo, sino para que los demás lean lo que escribe, el que pinta quiere que los demás vean lo que hace. Es decir, nuestra actividad pictórica no tiene sentido alguno si eliminamos el fin último de nuestro quehacer… “que alguien vea lo que pintamos”.

Exponer nuestro trabajo pues, no es una cuestión de querer o no querer, es algo que tienes que aceptar como consustancial con la propia actividad pictórica a la que tanto tiempo y esfuerzo dedicas.

¿Te imaginas a un aficionado al teatro, estudiándose, horas y horas papeles, para representarlos ante sus familiares en el salón de su casa?. Yo no. Lo normal es que aspire y le gustaría más representarlos en el escenario de un teatro.

¡Amigo! ¿y si tiene el llamado “miedo escénico”?… pues mejor que se dedique a otra cosa… ¿No?

El tema para mi no es “Exponer” o “No exponer”. Eso lo tengo claro. El tema, en su caso sería ¿cuándo, cómo y dónde debo exponer?

¿Cuándo puedo o debo exponer?

Es la pregunta del millón porque no sabría decirte cuál es ese momento, ese punto de inflexión en nuestra pintura que nos sugiera o aconseje dar ese paso tan importante, y me explico.

Se supone, o al menos creo que todos pensáis lo mismo, que tras un periodo más o menos largo de aprendizaje, nuestra pintura debe haber alcanzado una mínima calidad como para ser expuesta, es decir, llegará el momento en que nuestro trabajo merezca el alto honor de ser expuesto, pero ¿cómo reconocer ese momento?, ¿cómo saber si hemos alcanzado esa mínima calidad?, ¿quién debe determinar o valorar esa calidad?… ¿un experto?… ¿tu mismo?

Como verás todo son dudas y muchas cosas a tener en cuenta.

Bajo mi punto de vista ninguna tiene una respuesta digna de ser tenida en consideración y me gustaría que tu mismo comprendieras el porqué digo esto. A ver…

¿Se requiere una determinada calidad en la obra de un pintor para ser expuesta?

No y rotundamente no tal y como está hoy en día el mundo del arte pictórico. ¿O es que no has visto exposiciones que dices… ¡Madre mía que horror!?

Yo siempre he dicho y diré que lamentablemente hoy por hoy en pintura TODO VALE. 

¿Quién es el guapo que se atreve a decir que una pintura es mala o buena?

Nadie, absolutamente nadie. ¿Los críticos?… ¿los galeristas?… ¿los marchantes?…, es decir ¿los que comercializan el trabajo del artista?

Y pregunto yo… ¿El arte no es subjetivo?, ¿No es una simple cuestión de “me gusta o no me gusta”?, ¿porqué entonces debemos aceptar el simple gusto de una persona?… ¿porque es un entendido?… ¿entendido en qué? … ¿en historia del arte tal vez?, ¿en lo que les gusta a sus clientes?, ¿en lo que sabe que puede vender? ¡VENGA YA!

PARA MI, LO BUENO EN ARTE, ES AQUELLO QUE GUSTA A UNA MAYORÍA, NO LO QUE LE GUSTA A UNA MINORÍA POR MUY ENTENDIDOS QUE SE CREAN O DIGAN QUE SON EN EL ASUNTO.

Te pondré un ejemplo.

Imagina que estás en un teatro viendo una obra inédita. Termina la función y sólo la primera fila (la que ocupan los supuestos entendidos, o críticos de teatro) se levantan aplaudiendo mientras el resto del público se mantiene sentado y sin aplaudir…. ¿Qué dirías entonces?… ¿habría sido un éxito esa obra?, ¿a que tu dirías que no?

Ahora imagina la misma situación pero al contrario, es decir, mientras la primera fila ni se levanta del asiento, el resto del teatro todo en pié hace salir a los actores, director y escritor varias veces a escena para aplaudirles. ¿Dirías que ha sido un éxito la obra?. ¿Verdad que sí?

¿Porqué no aceptamos entonces lo mismo en pintura?, es decir, que el gusto de la mayoría está por encima del de una minoría. Ambas disciplinas pertenecen al mundo que conocemos como Arte ¿no?. Luego entonces… ¿qué pasa aquí?

¿A que a la salida del teatro, si no te ha gustado la obra, no tienes deparo alguno en decir, sin temor a que alguien te escuche, que la obra que has visto es una auténtica “porquería”?

¿Porqué entonces cuando no te ha gustado una exposición de pintura, sales diciendo primero eso de que “que conste que yo no entiendo de pintura, pero a mi no me ha gustado”. ¿Pero porqué hay que entender de pintura?, ¿qué es lo que hay que entender de pintura?, ¿porqué nos preservamos antes de dar nuestra opinión de esa forma?,…. ¿Por miedo a hacer el ridículo?, ¿por miedo a que “algún entendido” te diga que no tienes ni idea de lo que es arte?.

El mundo del arte en pintura, es todo una FARSA. Nos han vendido lo que han querido. Han monopolizado unos pocos lo que pertenece a todos, “el gusto, el sentido de lo bellode lo estéticamente correcto.

Un actor (por ejemplo) muy bueno, en sus comienzos, tiene que trabajar mucho y muy duro para hacerse con un papel en una obra cobrando un precio ridículo. Un pintor, o que dice que pinta, o que otros dicen que pinta, por muy malo que sea, si da con un buen marchante puede vivir de la pintura sin problema alguno. ¿Ves?… esto no tiene ni pies ni cabeza.

¿Decidir entonces cuándo tu pintura, tu trabajo, merece ser expuesto en cuanto a calidad se refiere? Si quieres mi opinión te diría que cuando veas que tu trabajo gusta a una mayoría de personas. Así de sencillo.

Pero ojo, que expongas lo que expongas… NADIE TE VA A DECIR QUE ES MALA TU OBRA. Si no gusta ya sabes… se dirán a sí mismos que en realidad ellos no entienden de pintura. ¡Ya tienes un problema menos!

Me da mucha pena decir esto, pero en realidad y lamentablemente, hoy en día ESTO FUNCIONA ASÍ.

Por otro lado, si esperas a ser tu el que decida si has alcanzado o no “calidad” en tu pintura NUNCA DARÁS EL PASO DE EXPONER porque ya sabes lo exigentes que somos los pintores con nosotros mismos y porque nunca estamos satisfechos con lo que hacemos. SIEMPRE PENSAMOS QUE LO PODEMOS HACER MEJOR.

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Otra cuestión sería la que platea Manuel. ¿Cuales son los pros y contras de cara a mi futuro aprendizaje?; ¿esa primera exposición puede ser contraproducente para mi aprendizaje o por el contrario este reto es necesario salvarlo para coger más confianza y evolucionar más rápidamente en mi pintura?.

No sé cual sería el efecto de esa primera exposición en cada uno, porque cada uno somos distintos y singulares. Lo único que puedo hacer es trasladaros la experiencia de mis alumnos que optaron y se decidieron un día por dar este importante paso en pleno proceso de aprendizaje.

En el 100% de los casos esa primera exposición aceleró sus procesos de aprendizaje.

En mi caso, incluso, supuso un cambio radical en cuanto a mi actitud para con la pintura. Antes de esa primera exposición pintaba solo para divertirme. Tras ella, me tomé mucho más en serio la pintura y por tanto, mis ansias de aprender más y más para hacerlo mucho mejor.

Sin duda, ese “paso” tan importante es también un punto de inflexión para el pintor aficionado porque, entre otras cosas, os hará ver que ya no lo sois. Que ahora toca mejorar vuestra pintura.

Luego… ¿riesgos para vuestro futuro aprendizaje?… Absolutamente ninguno veo yo.

¿Ventajas?… Todas. Estoy convencido de ello.

¿Cómo y dónde exponer?

La primera exposición será un día muy especial para vosotros. Será una fecha que nunca olvidaréis.

Pero una exposición supone muchas cosas a tener en cuenta: El enmarcado, el catálogo, las notas de prensa, las invitaciones, el coctel de la inauguración, etc, etc. Es decir no es nada sencillo de organizar.

Yo siempre digo que “el que expone, se expone“, pero no en el sentido que imaginas de que nos exponemos a la crítica de los demás (que ya sabes nunca será desfavorable), me refiero a que se expone mucho dinero de entrada sin saber si se recuperará o no esa inicial inversión nada desdeñable. Hombre… se puede hacer sin apenas inversión, pero ¿te imaginas una boda a coste mínimo para salir del paso?. No, lo normal es que trates de quedar lo mejor posible en ese día tan especial para ti y los tuyos.

No creo que sea de interés el tratar aquí todos esos detalles de la organización y costes de una exposición de pintura, pero si que creo que bien te pudieran venir unos consejos al respecto.

  • El enmarcado hoy en día “NO SE LLEVA”. Creo que el precio al que está enmarcar un cuadro hace casi prohibitivo para el aficionado afrontar este gasto y como digo, (salvo que sea requerido por la oportuna Galería) no está de moda. Pero, oye… si te lo puedes permitir adelante. Siempre un cuadro bien enmarcado gana al menos en un 25% para el espectador.
    Lo normal, y si no tienes mucho presupuesto es que los enmarques con un simple listón de madera (como se exponen en los certámenes o concursos), y si son acuarelas, el passepartout y al menos un cristal protector es imprescindible.

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  • El catálogo es muy importante. Hay quien incluye en él una lista de obras y precios y los que solo incluyen un curriculum con alguna “nota literaria” ¡que no crítica de arte lamentablemente! escrita por algún conocido, amigo o personaje ilustre.
    Mi único consejo al respecto es que no hables en él de tu vida ni de tu afición por la pintura pues no le interesa a nadie. Habla, si acaso, del conjunto de tu obra, de tus inquietudes pictóricas, de tu técnica, de lo que quieres expresar y transmitir con esa exposición.
    El catálogo es, como dije al principio muy importante porque entre otras razones, quien vaya a tu exposición querrá llevarse un recuerdo.

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  • Las invitaciones también son importantes, pero en función del lugar donde vayas a exponer te corresponderá a ti ,o no, hacerlas y enviarlas. Hoy en día, esto es mucho más fácil gracias a las redes sociales, pero no olvides las invitaciones físicas. ¿Cómo va a ser lo mismo decir en Facebook que te casas a mandar unas invitaciones de boda a amigos y familiares?
    Si quieres un buen consejo, no te olvides de invitar a las autoridades locales o a alguien conocido que conozcas. Casi seguro te garantizará alguna que otra nota de prensa. Por supuesto, a los medios de comunicación locales también debes mandarles una invitación.

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  • El coctel, copa de vino o catering que no se te olvide para el día de la inauguración. Te asegurarás una gran asistencia. Pero no olvides ponerlo en las invitaciones.

¿Dónde exponer?

Esto es muy personal.

Tienes muchas opciones. Desde un local propio a toda una Galería. Centros públicos, locales de asociaciones culturales, restaurantes, tiendas de materiales de Bellas Artes, etc.

Las diferencias entre unos sitios y otros pueden ser muy significativas, pero eso, cada uno debe valorarlo en función de sus pretensiones o posibilidades económicas y personales.

En una Galería sería lo recomendable si en tu ánimo está el vender, pero ojo, sale por un pico y nunca te van a asegurar venta alguna. ¡Aquí si que “te expones”!

En el resto de sitios es lo menos arriesgado económicamente hablando.

Si tienes la posibilidad, los Centros públicos (gestionados por organismos locales o municipales) son altamente recomendables porque, si acaso, te suelen pedir solo que dejes una obra, y de paso te aseguras publicidad gratis y tal vez la asistencia de autoridades con su correspondiente nota de prensa posterior con fotos, videos y reseña de tu exposición.

Otro tema que trae de cabeza al que va a exponer por primera vez es el asunto de los precios.

¿Qué precio le pongo a los cuadros?

Aquí si que no te puedo ayudar. Solo te diré lo que pienso al respecto y lo que veo y oigo por ahí.

Por un lado sabes lo difícil que es para nosotros ponerle precio a nuestro trabajo. Si fuera por nosotros lo pondríamos a precio cuasi regalado porque entendemos que “NO HA SIDO NI ES UN TRABAJO LO QUE HACEMOS”. Lo hacemos sin esfuerzo alguno “PORQUE NOS GUSTA HACERLO”.

Pero por otro lado sabes y conoces que “LA GENTE” piensa que lo BARATO, SUELE SER, O ES MALO, Y LO CARO ES BUENO. Si a eso le añades aquella idea que todos tienen de que no entienden de pintura, ¿cómo resistirse a poner precios elevados a nuestra obra?. Pero no porque creamos que lo nuestro vale mucho, sino por el qué pensará la gente de mi obra si la vendo a precios de mercadillo.

Esta es una de las cosas que más me enervan del mundo de la pintura.

¡CUÁNTO DAÑO HAN HECHO Y SIGUEN HACIENDO UNOS POCOS, QUE NI SABEN LO QUE ES PINTAR, A ESTA DIGNA PROFESIÓN!

¿A que con otras profesiones no pasa esto?

La gente sabe lo que es bueno en la mayoría de productos y conoce también más o menos su precio de mercado. Unos zapatos, un coche, un mueble, un determinado servicio profesional, etc. Por lo que es difícil vender o prestar determinado servicio a precios por encima del mercado.

Pero hijo… en pintura no… en pintura es un auténtico desmadre. ¿O es que no has visto en exposiciones obras que mejor ni mirarlas a precios que dices ¡Madre mía del amor hermoso!.

Mira en Facebook páginas donde aficionados ponen a la venta sus obras. Mientras unos venden a precios cuasi ridículos, otros, como si fuesen firmas reconocidas, le ponen precios que quitan la respiración.

Es decir, esto es todo un sinsentido, y los profesionales a la postre, somos los más perjudicados por esta situación DE LOCOS.

Mi opinión al respecto es bien sencilla.

Para mi, existen dos tipos de pintores. El “pintor” y “el artista” como me habrás leído en otras ocasiones.

El pintor es el que pinta copiando y el artista el que pinta creando.

Pintores estamos muchos y artistas hay muy pocos.

Para mi el pintor pertenece a un digno OFICIO “El de pintor” y su trabajo no debe valer más que el de cualquier otro de tantos como hay.

El artista pertenece al mismo gremio u oficio pero su trabajo es único y exclusivo. NO TODO EL MUNDO PUEDE HACER LO QUE EL HACE. El artista, por tanto, tiene todo el derecho del mundo a pedir lo que quiera por su trabajo.

A vosotras las chicas que me estáis leyendo. ¿Qué precio le pondríais a un hijo vuestro? Ninguno ¿verdad? ¿Por qué?… pues porque es una creación vuestra única y exclusiva.

Pues en eso es en lo que estamos. Un trabajo que lo pueden hacer miles de personas, igual o mejor, no tiene porqué ser más caro que otros trabajos similares. Ahora bien, un trabajo que solo lo hace y es capaz de hacerlo una persona… eso no tiene precio.

¿Pero quién es el guapo que se atreve a decir lo que pueden hacer muchos o lo que solo hace un determinado autor, es decir, quién determina si una obra es de un pintor o de un artista? … Nadie, absolutamente nadie. Bueno sí, miento… Los que viven de esto que no son precisamente ni pintores ni artistas. ¡Así estamos!

Tras lo dicho, saca tus propias conclusiones y “tu mismo” valora tu obra como quieras y entiendas que lo debes hacer, que NADIE te va a decir nada al respecto.

Que ganas tengo de que surja una iniciativa gremial al margen de críticos, galeristas y marchantes, compuesta solo de pintores profesionales donde el aficionado pudiera acudir para que su obra fuese valorada de forma objetiva e imparcial. Quizás por ahí podríamos empezar para dignificar nuestra profesión. Que ya existen los tasadores de arte, podrás decir, si, pero ellos evalúan según mercado, no por calidad pictórica.

Bueno… pues creo que no me dejo nada en el tintero y, mira por donde, hasta me he desahogado.

Si alguien se ha sentido aludido o molesto por lo que acabo de decir, nada más lejos de mi intención. Como siempre hago, escribo en conciencia según me dicta mi corazón y experiencia. Una personal opinión que para nada debe ser tenida en consideración.

Espero haberte sacado de dudas Manuel. Y a vosotros solo debo y tengo que animaros a que deis este importante paso de exponer vuestras obras. Por vosotros y por nosotros que las esperamos disfrutar algún día.

Un abrazo y ya sabes que me haces un gran favor compartiendo o dejando tu comentario.

Hangel Montero