09 Oct Colores imprescindibles que no deben faltar en tu paleta

¿Colores imprescindibles en una paleta?. Más allá de los consabidos blanco, primarios, secundarios y terciarios, me es necesario hablaros hoy de esos otros colores que de seguro tendréis necesidad de añadir a vuestra paleta. Y digo necesidad, por no decir «curiosidad» porque normalmente es más cuestión de esto último lo que el alumno siente que una auténtica necesidad.

Quienes hayáis leído mi libro sobre la obtención del color sé que tendréis claro que con solo unos pocos colores y el blanco podemos obtener cualquier color que podamos adquirir suelto en tiendas especializadas, pero seréis muchos más los que aún andáis buscando esos colores imprescindibles que todo profesional tiene en su paleta como si esa fuese la clave para pintar mejor. ¡Ojo! … que yo en mis tiempos también sentí esa misma inquietud.

Lo cierto es, queramos o no, que tengáis los que tengáis, creeréis que os faltan colores en vuestra paleta. Una obsesión tan normal como ilógica como lo es también el querer probar siempre cosas nuevas con la pintura. Que si ahora quiero pintar retratos. Ahora quiero pintar un bodegón, … etc.

Bueno, pues sabido esto, quiero dejaros algunos de los colores imprescindibles que personalmente considero que te pueden venir muy bien en tu paleta. Pero ya sabes, esto como en casi todo lo relacionado con la pintura es «MUY PERSONAL» y como dice el dicho, «hay gustos como colores».

Pero antes de empezar quisiera aclararos que este artículo viene a ser una continuación al primero que al respecto publiqué «Tu Paleta de Colores» donde hacía referencia a los colores básicos que no deben faltarnos para el óleo.

Pues empecemos:

Colores Imprescindibles para el óleo

El ocre amarillo: 

El color «ocre amarillo» es más bien un naranja amarillento, o un amarillo anaranjado (con leves matices verdosos), semi oscuro y quebrado. También se le llama «amarillo limonita» y «amarillo ocre». Normalmente se comercializa como «ocre amarillo».

Lo podemos obtener (imagina que un día te quedas sin él y no puedes ir a comprarlo) mezclando amarillo con añil, blanco, naranja y algo de verde esmeralda.

Es un color fundamental precisamente por ser un amarillo quebrado que en las mezclas nos va a facilitar el ajuste cálido en la tendencia de ciertos tonos fríos y en especial en los verdes.

El tierra de sombra tostada:

Imprescindible para la obtención de negros luminosos pero tan complicado de usar como peligroso para el que se inicia en la pintura. Te sugiero leas el artículo que sobre este «color» publique hace tiempo.

Tiene más de mito que de razón el dicho de que con este «color» se oscurecen todos los colores. Para mí, lo cierto es que es muy útil para oscurecer algunos colores «luz» pero en ningún caso considero que lo debemos utilizar para oscurecer los tonos quebrados.

Si nos quedásemos sin él en nuestro estuche lo podríamos obtener (muy similar), mezclando Carmín con rojo claro, azul de prusia, algo de blanco y si acaso con un leve toque de naranja y verde.

El azul cerúleo: 

También conocido como «azul celeste» o «azul cielo».
Es un azul muy luminoso con leve tendencia fría (verdosa). Es un color que considero imprescindible para representar cielos muy luminosos. Por su tendencia verdosa, sin llegar a ser un turquesa, es también muy útil para representar el agua.

Existe una variedad que se comercializa bajo la denominación de «azul cerúleo fthalo» que es el que os recomiendo muy especialmente por su intensa luminosidad.
¡Ojo!… no confundas el azul cerúleo con el azul cyan para utilizarlo como primario. El cyan es de tendencia neutra (ni cálida ni fría) y el cerúleo en cambio ya tiene una tendencia fría que no lo hacen adecuado para su uso como primario.

El verde, o azul turquesa:

El turquesa, considerado por algunos un verde azulado y por otros un azul verdoso se comercializa por igual como azul o como verde según fabricante.

Lo considero especialmente recomendable y por ello lo incluyo entre los, para mi, colores imprescindibles porque es ideal para pintar el mar y las olas.

De parecidas características que el cerúleo en cuanto a su bellísima luminosidad es, yo diría, incluso su complemento ideal en la representación del mar.

Casi todos habéis necesitado en alguna ocasión saber con qué color representar esos tonos tan bonitos de las olas o esos mares caribeños.

Pues bien… si juegas con el azul turquesa, el cerúleo fthalo, blanco y amarillo claro o medio, obtendrás toda una gama de tonos fantásticos para pintar estos motivos.

Amarillo de Nápoles:

El amarillo de Nápoles es un color muy luminoso que se comercializa normalmente en distintas tonalidades o variaciones, una de tendencia rosácea, otra más fría y amarillenta, y la más conocida de ellas de tonalidad rojiza (amarillo de Nápoles rojizo).

Se obtiene (en la actualidad) por mezcla de amarillo de cadmio, blanco de cinc y rojo veneciano.

Lo hemos conocido y comprado siempre como el «color carne», y no sé porqué. Tanto es así que el aficionado cuando quiere pintar alguna figura o retrato piensa que es ese el color con el que debe pintar las carnaciones o representar la piel humana. ¡No, y mil veces no!. Este no es el color de la carne. Personalmente aconsejo otros colores para representar la piel humana. Mira el artículo que publique sobre una paleta para el retrato.

Recomiendo como color imprescindible el amarillo de Nápoles, en cualquiera de sus tendencias para obtener esos tonos de la luz del sol reflejada en paredes blancas u objetos blancos en vuestros paisajes.

Mezclando blanco con un poco de amarillo de Nápoles rojizo obtendremos un color super luminoso en las superficies (supuestamente blancas del motivo) que nos recordará a la luz solar antes del atardecer o al amanecer. El de tendencia más fría (amarillenta) para el reflejo del sol al medio día.

Violeta de cobalto:

Un color que normalmente se comercializa en dos tonalidades, una clara de tendencia rojiza y otra oscura de tendencia más azulada.

Es un color semi transparente pero de una gran luminosidad muy recomendable para sombras, calzadas iluminadas o incluso cielos muy luminosos.

Fue uno de los colores más usados por Monet, quien decía que su apreciada luminosidad y limitado poder «colorante» lo convertía en su mejor aliado a la hora de pintar hermosas sombras.

Tierra de siena tostada:

Este es otro color imprescindible que tampoco debe faltar en tu paleta.

El Siena tostada es un «pigmento ocre» que dado su proceso de calcinación adquiere un tono marcadamente rojizo.

Es un color cuya principal característica es el de ser muy brillante y trasparente, ideal en óleo para veladuras cálidas.

Al igual que el sombra tostada, es un color difícil de dominar o incluso para algunos aficionados demasiado peligroso en la paleta porque no hace muy buenos amigos que digamos con el blanco.

Este color usado con el azul ultramar y el carmín en sus infinitas combinaciones es de un valor incalculable en pintura. Sobre todo en acuarela.

Sin duda que cada uno tendrá otros colores que para él son imprescindibles en su paleta, pero para mi, y si alguien que está empezando a pintar me pregunta al respecto, estos son los que le recomendaría para hacer una primera ampliación de aquella paleta universal que en su día os recomendé.

Espero que para el próximo artículo os pueda aconsejar, por fin, una paleta de colores para la acuarela porque ya sois muchos los que me habéis hecho esta petición. Prometido queda.

Si te gustó el artículo, ya sabes, como siempre te pediré que compartas o dejes tu comentario. Un cordial saludo y hasta la próxima.

Hangel Montero